VELAR POR MIS SUEÑOS
Siempre me acuerdo, cuando al planchar la oreja mis ojos se vendaban con un velo se seda y el izquierdo con el derecho unían sus lazos de pareja con grandes anillitos; y en la cabeza, blanca tierra, y sin los grandes anillitos, dorado el izquierdo y el derecho de plata, con sus bordes de hierro y sueños de encaje sin remiendos de cera se unían con finos cordones; tan sólo, planchaba la oreja. Entre la almohada de distintos colores la que entrelaza la lana nueva con la vieja para que el sueño, no uniese los sabores. Ni colocasen en las ventanas abiertas; rejas. |
Labels: 2006), Publicada en el nº 34 de la revista Vulture (Mayo
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